La historia pretende destacar el papel esencial de un profesional de la salud, más allá de sus responsabilidades clínicas, a la hora de conectar emocionalmente con sus pacientes y demostrar la importancia de la empatía en situaciones difíciles.  

Mario nos traslada a una fría noche de noviembre, en la que un equipo médico recibe una llamada de emergencia sobre un hombre de 45 años que ha caído desde más de 2 metros de altura en una nave abandonada. Equipados con medidas de protección, se dirigen al lugar, dónde enfrentan numerosos obstáculos. Encuentran al paciente, Jesús, en condiciones precarias junto a su pareja, María, en un colchón en la planta superior.

Jesús, herido y resistente a recibir ayuda, finalmente permite que el equipo médico lo atienda. A través de la colaboración con la policía, logran trasladarlo a la ambulancia. Durante el trayecto, Mario -quién desempeña un papel crucial al conectar con Jesús, quien inicialmente se muestra reacio a recibir ayuda-, descubre su resiliencia ante una difícil vida y su lucha contra las adversidades.

En el hospital, Mario continúa liderando la atención médica, evaluando y respondiendo a las necesidades de Jesús y el equipo médico reflexiona sobre el privilegio de entrar en las vidas de las personas en momentos críticos y la importancia de la empatía en su papel como enfermero. Agradecidos por la oportunidad de ayudar a Jesús y María, se preparan para futuros desafíos en su labor de cuidado y asistencia médica.

Sergio Moreno