La pandemia de coronavirus ha cambiado la forma en que las personas ven y hacen uso de los lugares públicos. Se hace más importante garantizar la seguridad higiénica de los espacios públicos en los que se han tomado las medidas de limpieza y prevención necesarias para que la ciudadanía se sienta cómoda usándolos. Las personas quieren sentirse seguras y protegidas cuando visitan un lugar público, ya sean lugares de trabajo o espacios de ocio.
Según los datos de la Encuesta Global sobre Higiene y Salud que hemos recopilado en Essity, las medidas de higiene en los espacios públicos son todavía deficientes y preocupan a la sociedad española. Una vez terminado 2022, el primer año libre de restricciones de movilidad y de vuelta a normalidad después de la irrupción del coronavirus, muchas personas consideran que todavía existen amenazas para su salud cuando hacen uso de lugares públicos. Se detecta una desconfianza creciente que ha provocado un cambio de hábitos y una tendencia a ser más exigentes con la higiene y limpieza de los espacios comunes.
Echemos por un momento la vista atrás y hagamos un repaso de los datos de estudios anteriores En 2020, el año de la pandemia, más de la mitad de los españoles -el 53%- evitaba a toda costa usar baños públicos porque no los consideraban lo suficientemente limpios. En el año siguiente, 2021, esta cifra se incrementaba y hasta un 66% de las personas encuestadas admitían que se abstenían de usar los baños por no estar limpios. En la edición de 2022 hay un mayor uso, pero el 77% de las personas encuestadas se sienten inseguros de la higiene de los baños públicos.